Editorial Periférica
Lugar de edición
Cáceres, España
Fecha de edición junio 2019 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788416291861
288 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 135 mm x 210 mm
Una escritora madura vuelve a los lugares de su infancia. Lalla Romano nos ofrece en este texto suyo de 1964 una obra bellísima y exacta, con páginas nunca demasiado melancólicas ni demasiado dolorosas que rastrean la felicidad perdida. La dicha, parece decirnos, se encuentra en los pliegues del tiempo, en esos desplazamientos que a veces se crean entre el pasado y el presente. Toda la novela está impregnada de un sentimiento del después, de las cosas reconocidas sólo cuando han pasado y desaparecido. La propia Romano lo dijo en una entrevista: No hay arrepentimiento ni nostalgia en este libro, pues aquel mundo no está perdido. Es cierto que ha pasado, irrevocablemente; pero ahora lo comprendo, lo amo y, finalmente, lo poseo. Como dice Faulkner, la felicidad no es, pero fue .
Nació en Demonte en 1906 y murió en Milán en 2001. Estudió en la Universidad de Turín; trabajó como bibliotecaria y profesora. Durante la Segunda Guerra Mundial regresó a su casa: allí entró en contacto con los partisanos. En 1941, Eugenio Montale la animó a publicar su primer poemario, Fiori, y dos años después Cesare Pavese le encargó una traducción de Flaubert. Por recomendación de Pavese y Natalia Ginzburg escribió su primera novela, Maria (1953). En 1964 le llegó el reconocimiento público gracias a su cuarta novela, La penumbra que hemos atravesado.
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