Editorial Austral
Colección Austral Intrépida, Número 0
Fecha de edición junio 2020 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788408230922
192 páginas
Libro
Dimensiones 130 mm x 175 mm
En la segunda mitad del siglo XIX Alaska fue el objetivo de muchas expediciones que buscaron fortuna con la explotación del oro. El Ártico es también el destino que le ha sido reservado a Buck, un formidable perro mestizo, hijo de un San Bernardo y de una pastora escocesa, que disfruta de una existencia apacible y civilizada hasta que es vendido para tirar de un trineo en los páramos helados de Alaska y Canadá. De poco servirá lo que ha aprendido hasta el momento. En este nuevo entorno hostil, rápidamente advierte que la única ley válida es la del garrote y el colmillo , tan cruel como implacable. Buck se verá obligado a luchar por la propia supervivencia y conocerá la ferocidad de la naturaleza, que despertará en él atávicos instintos que habían permanecido dormidos mucho tiempo.
x{0026}lt;p John Griffith Chaney, conocido como x{0026}lt;strong Jack Londonx{0026}lt;/strong (1876-1916), creció en Oakland. A los catorce años dejó el colegio y pasó su juventud trabajando como pescador, patrullero de costas o marinero a la caza de focas. También sufrió el desempleo y fue arrestado por vagabundear, hasta que se trasladó a Alaska empujado por la fiebre del oro . Allí vivió sus experiencias más duras, pero también las que plantarían la semilla de la escritura. De ese entorno surgen sus primeros relatos y los que le granjearon fama inmediata: x{0026}lt;em La llamada de la selva x{0026}lt;/em (1903) y x{0026}lt;em Colmillo Blanco x{0026}lt;/em (1906), para muchos sus mejores obras. La desnutrición y sus escasas ganancias lo llevaron de vuelta a California, pero no tardó en hacerse de nuevo a la mar. Primero (1904) como corresponsal de guerra y más adelante (1907) con su propio navío, en una expedición que recorrió el mundo durante varios años y que inspiró x{0026}lt;em Cuentos de los mares del Sur x{0026}lt;/em (1911), otro de sus títulos más conocidos. A su vuelta compró una gran propiedad, pero un incendio fortuito destruyó la nueva casa y aquello afectó profundamente a la salud del autor, ya de por sí precaria en aquel momento. Falleció en su rancho de California a los cuarenta años.x{0026}lt;/p
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