Editorial Suma de Letras
Colección SUMA DE LETRAS, Número 0
Fecha de edición abril 2020 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788491293736
300 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 150 mm x 230 mm
La clavícula de Julieta es un baile de personas que se cruzan buscando su sitio; una historia de amistad, amor, miedos y supervivencia. Patricia Benito, después de su exitosa trayectoria poética, indaga su voz narrativa por vez primera con esta novela.
"Me llamo Julieta. Mi nombre significa mujer con raíz, y no recuerdo cuándo fue la última vez que sentí haberla tenido. Raíz, quiero decir. Una vez estuve enraizada a un cuerpo firme, a una tierra. Y siento ira por haberla tenido, porque eso me hace añorar, lo que es infinitamente peor que solo desear".
Tras doce años lejos de su ciudad natal, Julieta sigue siendo incapaz de adaptarse a un mundo con el que por momentos no se entiende y decide volver a afrontar su pasado, porque cuando las respuestas están en el sitio al que más duele regresar, mirar hacia otro lado es solo una cura provisional.
Una decisión inesperada, una caja de recuerdos y un pequeño favor llenarán el mundo de Julieta de personas que no le van a poner fácil quedarse en la burbuja en la que se siente a salvo; aprender a perdonar, a amar y a dejar pasar no es sencillo cuando nadie te ha enseñado a hacerlo.
x{0026}lt;P x{0026}lt;B Patricia Benitox{0026}lt;/B (Las Palmas de Gran Canaria, 1978). Nací en una isla y no sé nadar. He vivido en tres ciudades, nueve hogares y alguna casa. Me he enamorado una vez. He bajado corriendo de un tren en llamas y he visto explotar una bomba. No creo en las cosas que duran para siempre. O sí, no lo sé. Las fresas, con leche condensada. Cada cierto tiempo necesito cambiar cosas de sitio, ya sean muebles, personas o toda mi vida. Si no viajo, no puedo respirar. Tengo incontinencia sentiverbal. Me pierdo en cualquier atardecer, a ser posible con mar. Prequiero demasiado rápido y desquiero demasiado lento. No recuerdo la última vez que me dormí pronto. Mido el tiempo en medias cervezas y no hago planes a más de cerveza y media. Lloro en las manifestaciones cuando oigo a Labordeta. Te necesito cerca, pero no encima. Siempre voy con el más débil. No imagino un mundo sin queso, ni sin chocolate. Casi siempre es mejor dar que recibir, y no estoy hablando de sexo; no solo de sexo. La reina de mi casa es una gata coja que no para de ronronear. La empatía debería mover el mundo, no solo el mío. Si has leído hasta aquí, te puedes quedar.x{0026}lt;/P
|