Editorial Sabina
Colección Mínima, Número 0
Fecha de edición febrero 2020 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788494996764
96 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 120 mm x 180 mm
Este libro es un diálogo poético entre Emily Dickinson y poetas contemporáneas que se han inspirado en ella.Este libro recoge poemas de algunas autoras que se han inspirado en Emily Dickinson, desde Susan Huntington Dickinson en el siglo XIX hasta hoy, siguiendo el hilo de genealogía femenina que no se interrumpe y que seguirá.
Compone un juego de espejos que empareja los versos de cada autora con los de Emily, a la manera de un diálogo poético.
Tenía intención de / escribirte Emily, dice Susan en el primer poema.
Para cada uno de los poemas de las autoras seleccionadas, las editoras hemos elegido y hemos puesto a su lado un poema de Emily Dickinson.
Son poemas que por una palabra o un verso, un tono o algo inexplicable pero percibido, nos han evocado una posible hermandad.
Jugamos con palabras de todas ellas e invitamos a quienes las lean a participar en este juego de dejarse tocar por la inspiración y la intuición para oír cantar a dos voces e imaginar un diálogo sin fin entre Emily Dickinson y otras, Emily Dickinson et aliae.
x{0026}lt;P x{0026}lt;B Emily Dickinsonx{0026}lt;/B (Amherst, Massachusetts, 1830-1886) nació en el seno una familia rica y puritana de Nueva Inglaterra. Estudió en la academia de Amherst y en el seminario femenino de Mount Holyoke, cerca de Boston, pero su delicada salud y su rebeldía religiosa la llevaron a abandonar el curso antes de tiempo. Dickinson, que fue una joven activa y llena de vida, se encerró a los treinta años en la casa paterna y ya no salió. No obstante, mantuvo el contacto con los seres queridos a través de sus cartas, tan cuidadosamente elaboradas como sus poemas. Poco después de su encierro, habiéndose reafirmado en su vocación poética, escribió al periodista y crítico Thomas Higginson para saber si sus versos estaban vivos . Pero el genio poético de Dickinson estaba muy por encima de las capacidades de su pobre preceptor , quien le aconsejó no publicar. Las primeras selecciones de sus poemas fueron editadas póstumamente. Paradójicamente, estas corrieron a cargo del arrepentido Higginson y de la escritora Mabel Loomis Todd. Sus poemas gozaron de un inmediato reconocimiento popular. La crítica tardaría todavía muchos años en concederle el lugar que merece en la historia de la poesía universal.x{0026}lt;/P
Nancy Konvalinka es antropóloga, profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
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