Nació en el seno de la clase media rural de Charleville, Mézières, en el Departamento de las Ardenas, en el noreste de Francia, en la calle conocida hoy como Bérégovoy. Su padre, Frédéric Rimbaud, era capitán del ejército en la guarnición de Mézières y participó en la campaña de Argelia, donde obtuvo la Legión de Honor. Se casó con Vitalie Cuif, una joven natural de Chuffilly-Roche, aldea cercana a Attigny, y se instalaron en Charleville. Tuvo con ella cinco hijos, Frédéric, Arthur, Victorine, Vitalie e Isabelle, antes de abandonar a su familia cuando Arthur tenía siete años. En la familia de Rimbaud, la madre es recordada como una figura autoritaria, rígida educadora y con gran afán de respetabilidad: prohibió a sus hijos jugar en la calle con los hijos de los obreros, y el domingo iban todos en fila a la iglesia mientras la madre cerraba la marcha. Rimbaud detestaba la tiranía materna y se fugaba frecuentemente, pero siempre volvía al redil en Charleville, donde, todavía un jovenzuelo, se aburría mortalmente.
Un jovencísimo Mario Vargas Llosa 23 años hizo la primera traducción al castellano a fines de 1959 o comienzos de 1960, pero no se publicaría hasta treinta años después en una editorial peruana. Esa temprana traducción de Vargas Llosa, apenas corregida con ocasión de la publicación en Perú, es la que presentamos en este libro.
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