Herencia colonial y modernidad burguesa en un espacio urbano

Resumen del libro

Después de terminada la guerra de independencia de
México y hasta antes del primer gobierno de Porfirio
Díaz en 1877, la ciudad de Orizaba inició el proceso de
cambio que la llevó a convertirse en una población de
concepción moderna: un primer arranque industrial
alrededor de 1840, la entrada paulatina de un comercio
extranjero que traía novedosas modas en el consumo,
la incorporación de conceptos nuevos en la
organización de la vida urbana, y en 1872 la llegada del
símbolo del progreso: el ferrocarril. Todos, no cabe
duda, son hechos trascendentales que apuntan hacia
un proyecto renovado de ciudad. Sin embargo, el
análisis de los elementos básicos que definieron la
estructura y el funcionamiento de Orizaba demuestra
que un importante contrapeso mantenía a Orizaba a
caballo entre la modernidad y la enraizada villa
colonial de otros tiempos