Editorial Esic
Colección Divulgación, Número 0
Fecha de edición mayo 2013 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788473569101
154 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 15 mm x 215 mm
El objetivo principal de este libro es tomar conciencia de todo aquello que, técnica o emocionalmente, influye en la mejora de la comunicación oral. Porque, no lo olvidemos, todo comunica; incluso cuando decidimos permanecer en silencio.
Interpretar correctamente los mensajes del otro mediante una escucha activa, enriquecer nuestra capacidad expresiva sea cual sea el contexto que se nos presente o saber adaptarse a los diferentes públicos son cuestiones que en teoría parecen sencillas, pero se necesita práctica, preparación y constancia para eliminar costumbres nocivas en el terreno de la comunicación y adquirir nuevos hábitos que nos permitan disfrutar, sin tensiones ni miedos escénicos, de la participación en un coloquio, una ponencia, un compromiso social, o cualquier acontecimiento (la mayoría) en el que el lenguaje sea el protagonista.
Precisamente, los protagonistas de este libro son personajes con los que alguna vez nos hemos identificado. ¿Cuántas veces hemos dejado de asistir a un evento porque los posibles acompañantes no se han acabado de decidir? ¿Quién no ha rebuscado en su cerebro las palabras oportunas con las que amenizar, sin parecer vulgar o tópico, una comida de negocios? ¿Cuándo fue la última vez que sufrimos pánico al sentirnos juzgados por auténticos expertos? ¿Nunca has fantaseado con acudir a un acto solemne con tus vaqueros favoritos saltándote todo el protocolo? ¿En alguna ocasión te has quedado en blanco cuando te han pedido que digas algunas palabras? ¿No te has empecinado alguna vez en tu propia opinión impidiéndote esta actitud conocer a personas que seguro eran interesantes? ¿Te cuesta memorizar los nombres? ¿Te sientes mal ante las críticas o las aceptas con naturalidad? ¿Mides los tiempos o, por el contrario, te aferras a un micrófono hasta aburrir al más predispuesto a la escucha?
Si has vivido alguna de estas circunstancias u otras similares, te damos la bienvenida al mundo de los mortales. Porque, ya lo dice el refrán, q
|