El psicoanálisis, en mi opinión, todavía no emprendió y, por lo tanto, menos aún logró pensar, penetrar y cambiar los axiomas de lo ético, lo jurídico y lo político, particularmente en esos lugares sísmicos donde tiembla el fantasma teológico de la soberanía y donde se producen los acontecimientos geopolíticos más traumáticos, digamos incluso confusamente, más crueles de estos tiempos. Este temblor de la tierra humana da lugar a una escena nueva, desde la Segunda Guerra Mundial, estructurada por performativos jurídicos inéditos, tales como la nueva declaración de los derechos del hombre y de la mujer , la condenación del genocidio, el concepto de crimen contra la humanidad, la creación en curso de nuevas instancias penales internacionales, sin hablar de la lucha reciente contra los grandes vestigios de los castigos llamados crueles , que siguen siendo el mejor emblema del poder soberano del Estado sobre la vida y la muerte del ciudadano, a saber, además de la guerra, la pena de muerte masivamente aplicada en China, los Estados Unidos y en numerosos países árabe-musulmanes. Aquí es sobre todo donde el concepto de crueldad, concepto confuso y enigmático, foco de oscurantismo tanto en el psicoanálisis como fuera de él, requiere análisis indispensables, sobre los que deberíamos volver.
Jacques Derrida
Jacques Derrida (Argelia, 1930 - Francia, 2004) es uno de los principales pensadores de la segunda mitad del siglo XX. Fue director de estudios de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, donde impartió clases durante toda su carrera, y profesor visitante en diversas universidades norteamericanas. Asociado a corrientes como el posestructuralismo y la filosofía posmoderna, acuñó el concepto de deconstrucción . Es autor de una vasta obra, entre la que destacan De la gramatología, La diseminación, Espectros de Marx y Políticas de la amistad.
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