Editorial Icaria
Lugar de edición
Barcelona, España
Fecha de edición diciembre 2017 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788498888089
40 páginas
Libro
Dimensiones 240 mm x 235 mm
Dos niños y algunos animales son los protagonistas de estas 10 fábulas que Antonio Gramsci le escribió a sus hijos, Delio y Giuliano, y a su esposa, Iulca Schucht, desde la cárcel, y que fueron escritas en forma de cartas para mantener la relación con su familia.
Los cuentos fueron seleccionados de los libros de Gramsci: El árbol del erizo (1948), Apólogos y pequeños cuentos de Turín (1980) y de Pequeños cuentos de Ghilarza y de la cárcel (1980). Hablan de erizos a la caza de manzanas, de cubos con cangrejos y pececitos, de batallas entre cuervos y búhos, de zorros muy astutos que se las tienen con campesinos y potrillos indefensos, del juego de damas, de la libertad en el dibujo, de la escuela y de hijos que crecen, de hombres que caen y resurgen. Son relatos llenos de fantasía, adecuados para un público infantil y juvenil, que proponen un trasfondo caracterizado por una fuerte y clara dimensión ética, de lucha entre el Bien y el Mal, entre lo que es justo y no, los opresores y los oprimidos. Escritos como alegorías de la realidad que funcionan como herramientas utilizadas por Gramsci para explicar, como si se tratara de un juego infantil, la vida y sus controversias.
Antonio Gramsci (Ales, Cagliari 1891 x{0026} x02013; Roma 1937). Llegado a Turín con una beca de estudios desde la postergada Italia meridional, se formó durante algunos años en filología en la universidad, pero durante la Primera Guerra Mundial pasó a dedicarse exclusivamente al periodismo y, sobre todo a la política, primero en las filas del socialismo y más tarde en las del comunismo. Empieza su actividad como redactor en 1916, en el semanario de la sección socialista de Turín Il Grido del Popolo y en Avanti! De 1919 a 1920 es secretario de redacción del semanario Lx{0026} x02019;Ordine nuovo y participa en el movimiento de los consejos de fábrica de Turín. En enero de 1921 se convierte en uno de los cofundadores del Partido Comunista Italiano, del que será nombrado secretario general en 1924. Dos años antes, conoce a la que será su mujer, Julia Schucht, en un viaje a Moscú como representante del partido italiano en el ejecutivo de la Internacional comunista. Elegido como miembro del Parlamento en abril de 1924, es arrestado en noviembre de 1926, coincidiendo con la prohibición de todos los partidos de la oposición por el régimen fascista. Es condenado por el Tribunal Especial a veinte años de prisión. Sus reflexiones de esos años se han reunido en sus Cuadernos de la cárcel. Muere pocos días después de ser liberado, tras una larga enfermedad testimoniada en sus Cartas desde la cárcel.<br>
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