Chéjov, el gran maestro ruso del cuento y renovador del teatro, tuvo que pasar los últimos años de su vida frecuentando los sanatorios que su salud le reclamaba. Sin embargo, esa soledad en Yalta fue de alguna manera compartida. En 1898 comenzó una relación epistolar con una de las figuras principales del Teatro del Arte de Moscú, que representaba sus obras: la actriz Olga Knipper. Lo que partió de la admiración mutua por el trabajo de cada uno, se fue tornando en amistad para convertirse, con el tiempo y los encuentros, en algo más. En 1901, Chéjov y Knipper contrajeron matrimonio, creando una unión que perduraría hasta la muerte del escritor.
Esta selección de cartas entre Olga Knipper y Chéjov es la manera de conocer, de primera mano, los entresijos de una historia de amor que por momentos pudiera leerse casi como una ficción.
Fernando de Pulgar trabajó sucesivamente en la corte de Juan II de Castilla (que reinó entre 1406 y 1454) y en la de su sucesor, Enrique IV (1454-1474), en la que fue nombrado secretario real y consejero de Estado, confiándosele importantes misiones y embajadas en Roma y en París, así como la educación de varios nobles. Ya se había retirado cuando fue llamado de nuevo a la corte para que ejerciera de cronista real de los Reyes Católicos. Hombre de amplia formación humanista, sus muy influyentes trabajos como historiador x{0026} x02013;entre los que destaca su incompleta Crónica de los Reyes Católicosx{0026} x02013; destacan por la bondad y la elegancia de su prosa. Pero el ingenio y el humor de Fernando de Pulgar hicieron de él, además, un personaje popular, al que se atribuían toda suerte de refranes, consejas y apotegmas. Falleció hacia el año 1492.
|