Editorial Sígueme
Colección Ichthys, Número 0
Lugar de edición
Salamanca, España
Fecha de edición febrero 2025 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788430122462
160 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 135 mm x 210 mm
San Serafín de Sarov está considerado en Rusia como el san Francisco de Asís ortodoxo del siglo XIX. En este volumen se recogen dos obras reveladoras que pueden atribuirse directamente al santo.
En la Conversación con Motovílov asistimos a un jugoso diálogo entre Serafín y uno de sus discípulos predilectos. En medio del bosque, mientras los copos de nieve cubren el solitario paisaje, el santo de Sarov va desgranando su teología y espiritualidad.
Las Instrucciones espirituales constituyen una antología de los textos esenciales de san Serafín. La oración, el seguimiento cristiano, la paz del corazón, la esperanza son algunos de los temas que se van desarrollando. Sin embargo, un protagonista destaca por encima de todos: el Espíritu Santo. Él es quien ayuda al creyente en su proceso de divinización.
La Breve narración de la vida y de los trabajos ascéticos del venerable y luminoso staretz Serafín, monje del eremitorio de Sarov permite completar el cuadro de su herencia espiritual.
Una obra popular y profunda que nos acerca al Oriente cristiano y enriquece nuestra espiritualidad occidental. El creyente del siglo XXI debe respirar con dos pulmones. Y uno está, sin duda, en Oriente.
Nació en Kursk (Rusia) en 1759, y lo bautizaron con el nombre de Prócoro. A los diecinueve años fue admitido como novicio en el monasterio de Sarov. En 1786 fue tonsurado como monje y se le impuso el nombre de Serafín. Pronto destacó por su intensa vida espiritual y su ascesis. En 1794 se retiró a un eremitorio, y durante muchos años este monje ortodoxo llevó una vida de ermitaño en un bosque remoto. De regreso al monasterio, continuó en su celda en oración, silencio y soledad. No obstante, alrededor de 1813 comenzó a recibir visitantes que acudían a pedir su consejo; así, como staretz contó con numerosos discípulos y dirigidos espirituales. Murió en 1833, mientras oraba arrodillado en su celda.
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