Cartas a un joven poeta

Cartas a un joven poeta

Rilke, Rainer Maria

Editorial Nórdica
Colección Ilustrados, Número 0
Lugar de edición Madrid, España
Fecha de edición enero 2021 · Edición nº 1

Idioma español
Ilustrador Blanch, Ignasi

EAN 9788418451294
104 páginas
Libro encuadernado en tapa blanda
Dimensiones 150 mm x 210 mm


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P.V.P.  18,00 €

Sin ejemplares (se puede encargar)

Resumen del libro

Cartas a un joven poeta constituye el más hondo mensaje, procedente de un poeta consagrado, para todos aquellos que sientan de un modo u otro la llamada de la poesía y del arte.
En estas cartas, el poeta, además de exponer con una claridad y belleza sin igual sus opiniones sobre la creación artística, plasmó sabiamente sus ideas sobre la vida: el amor y la soledad, la muerte y la fecundidad, así como lo sobrenatural.
Kappus admiraba profundamente a Rainer Maria Rilke, que ya era una de las voces más poderosas de su tiempo.
Rilke había estudiado en la misma academia militar que Kappus y, como él, había asistido a las clases del profesor Horaek, un hombre sabio y bondadoso que ejercía de capellán.
Animado por esas circunstancias, el joven aprendiz de poeta se decidió a escribirle, pidiéndole respuestas o simples consejos.
Rilke le contestó desde París el 17 de febrero de 1903, iniciando un intercambio epistolar que se prolongaría hasta el 26 de diciembre de 1908.
Kappus nunca se desprendió de las diez cartas de Rilke, que aparecerían publicadas por primera vez en Leipzig en 1929, tres años después de la muerte del autor de El libro de horas .

Biografía del autor

(Praga 1875-Valmont, Suiza 1926) Es uno de los principales poetas en lengua alemana de la primera mitad del siglo XX. Sus obras más importantes son Elegías de Duino y Cartas a un joven poeta. Nació en Praga en 1875. Estudió literatura, historia del arte y filosofía en las universidades de Praga, Múnich y Berlín. En 1897, tuvo un apasionado romance con Lou Andreas-Salomé, una antigua conocida de Nietzsche, con quien viajó a Rusia. Tanto por el paisaje como por la gente, en ese viaje se convenció de que Dios estaba presente en todas las cosas. A partir de entonces, fue dejando el lirismo heredado, en parte, de los simbolistas franceses. Entre 1905 y 1906 fue secretario de Rodin, con quien aprendió a contemplar las obras de arte como esculturas y a hacer las poesías tan completas como si fueran esculturas. Vivió en Francia y Alemania hasta que se estableció definitivamente en Suiza. Viajó mucho por Europa y África. En su obra más tardía, la muerte aparece como una transformación de la vida en una realidad interior en la cual la vida y la muerte forman una unidad.





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