El autor mantiene en esta obra un diálogo
amistoso con autores clásicos y con problemáticas
de interés renovado para la antropología
social. El objetivo es que el lector se reinstale
en una tradición particular del conocimiento
cultural y social que constituye el campo de la
antropología y que confirme que la antropología
social no comienza desde cero con cada
docente o investigador.
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