Editorial Austral
Colección Contemporánea, Número 1
Fecha de edición septiembre 2014 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788408131861
356 páginas
Libro
Dimensiones 125 mm x 190 mm
Francisco Umbral estaba poseído por los demonios de la escritura, que no le abandonaron nunca. Había sido siempre, desde niño, un profesional de lo suyo y nunca pensó en dedicarse a otra cosa. Tenía incluso, completando su personalidad, el gran tema que hace falta en una vida para no quedarse sin tema a mitad de camino. Amado siglo XX era el libro que tenía en la cabeza desde colegial, y todo ello resultaba monstruosamente prematuro en una personalidad como la suya, es decir, en un adolescente que al mismo tiempo trabajaba en sus estudio, iba al río con sus amigos y cambiaba de novia periódicamente.
Amado siglo XX era un proyecto que había ido desarrollando Umbral sin estorbo de su vida cotidiana, pero asistido siempre por el beneficio de una idea que le protegía, que le personalizaba y, en reciprocidad, le iba esculpiendo como hombre. Amado siglo XX era un título que mantenía ese arranque efusivo hacia la vida y el tiempo. Se asomaba todas las mañanas al siglo XX, que era la realidad temporal del escritor.
Su vida avanzaba con el mismo ritmo que su escritura. Hombre, vida y obra eran ya una tríada que se adentraba en los bosques de lo muy vivido y aquello estaba allí, eternizado y transeúnte en la misma medida que lo había edificado él. La nieve, pájaro de altura, estaba volviendo a sus cimas blancas y dejando nidos cada vez más altos sobre los techos ojivales de un siglo en decadencia. Umbral contempló su obra con sosiego y se tumbó a descansar.
Francisco Umbral (Madrid, 1932-2007) es una de las figuras más importantes de la literatura española del siglo XX. Tras ganar el Premio de cuentos Gabriel Miró en 1964 por su libro Tamouré, su carrera fue en ascenso, hasta obtener el Premio Cervantes en el año 2000. Provocador y mediático, hizo un fascinante personaje de sí mismo, de pose dandy, en el que verdad y ficción se mezclaban vertiginosamente, a la manera de escritores admirados, como Quevedo, Baudelaire y Ramón Gómez de la Serna. Con una producción casi perpetua, publicó más de cien libros y colaboró con los periódicos nacionales más importantes, a razón de un artículo o más al día. Fueron muy conocidos sus periodos en El País, donde se convirtió en uno de los principales cronistas de la Transición, y El Mundo, en el que escribió desde 1989 hasta su muerte en una sección titulada Los placeres y los días. Su obra está marcada por el memorialismo del yo y es difícil de catalogar en géneros concretos. Junto a Mortal y rosa (1975), que suele señalarse como su mejor libro, pueden destacarse también Lorca, poeta maldito (1968), Las ninfas (1975), La noche que llegué al Café Gijón (1977) o Leyenda del César visionario (1991).
|
||||||