Como cada palabra tiene un alma, hay en cada verso, además de la harmonía verbal, una melodía ideal. La música es sólo de la idea muchas veces... Con estas palabras intentaba definir Rubén Darío en sus Palabras liminares la voluntad que le había animado al componer Prosas profanas. Libro controvertido, no siempre entendido por los partidarios de una cierta ortodoxia hispánica, es un perfecto ejemplo de las distintas líneas y tendencias que caracterizan al discurso poético occidental de finales del siglo XIX. La presente edición se acompaña de un estudio introductorio y un amplio aparato crítico realizado por un especialista en la materia.
Con apenas 21 años, tras la publicación de Azul (1888), el nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) empezó a convertirse en un poeta continental, reconocido en todos los países de América y hacia 1900 era ya el poeta hispánico más leído entre los poetas y el más influyente de los últimos tres siglos y aún hoy día es perceptible su magisterio. La mayor parte de los poetas para los que el poema no es un conjunto de líneas de prosa de desigual anchura sino un artefacto verbal dotado de tensión, ritmo y estructura le siguen debiendo mucho a Rubén Darío. Existen muy numerosas antologías, pero esta que ofrecemos tiene la singularidad de haber sido seleccionada y prologada por Arturo Ramoneda, uno de los mejores conocedores de su obra y de los que con más actual gusto y sensibilidad se han acercado a ella. A.L.
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