Zwanzig Jahre Beschäftigung mit dem Thema Religion haben den Theologen Hans Küng zu der Überzeugung gebracht, da die Menschheit nur dann überleben kann, wenn die Weltreligionen in einen Dialog treten. Trotz unterschiedlicher Dogmen teilen die Religionsgemeinschaften wesentliche ethische Grundsätze. Aus Verantwortung vor Gott und den Menschen sollten nach Meinung Küngs die Vertreter aller Religionen an der Schaffung des Weltethos mitwirken, das Glaubende und Nichtglaubende verbindet.
Autorenportrait
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Hans Küng, geboren 1928 in Sursee/Schweiz, studierte an der Päpstlichen Universität in Rom Philosophie und Theologie, nahm als Experte am Zweiten Vatikanischen Konzil teil, ist katholischer Priester und Professor emeritus für Ökumenische Theologie an der Universität Tübingen und Präsident der Stiftung Weltethos. Ihm wurde 1979 - wegen kritischer Äu erungen - vom Papst die kirchliche Lehrbefugnis entzogen. 2012 wurde Hans Küng mit dem italienischen "Nonino-Kulturpreis" ausgezeichnet.
Nacido en 1928 en Sursee (Suiza), es profesor emérito de la Universidad de Tubinga y uno de los pensadores sobresalientes de nuestro tiempo. Después de estudiar filosofía y teología en Roma y París, se dedicó a actividades de pastoral práctica, y a partir de 1960 fue profesor de Teología Ecuménica en Tubinga. Participó activamente en el concilio Vaticano II como perito. En 1979 el Vaticano le retiró la licencia eclesiástica para enseñar. Fruto de su estudio de las religiones mundiales son el Proyecto de una ética mundial y la creación de la Fundación Ética Mundial, que preside desde 1995. Entre sus libros más recientes destacan los dos volúmenes de sus memorias, Libertad conquistada (42007) y Verdad controvertida (22009), y Lo que yo creo (32011), publicados en esta misma Editorial.<br><br><br>
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