Editorial Trotta
Colección Obras completas Américo Castro, Número 0
Lugar de edición
Madrid
Fecha de edición enero 2002
Idioma español
EAN 9788481645101
528 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 145 mm x 230 mm
Esta edición de la obra reunida de Américo Castro pretende rendir tributo a la lucidez, honestidad y valentía de una obra ingente que se ha visto relegada al olvido, tras haber sufrido ataques desde diversos frentes.
Su tarea mitoclasta en contra de los tópicos y falsedades de la historiografía tradicional supuso una visión de la idiosincrasia particular del pueblo español dirigida no solamente a comprender mejor su pasado, sino a saber quiénes son y adónde van o deberían ir los españoles. En palabras de Juan Goytisolo, la redefinición y rescate de la España de las tres culturas, la exquisita percepción del conflicto intercastizo en su dimensión literaria, su permanente y luminosa obsesión con el genio de Cervantes, son los temas centrales de una vasta producción que, encarada al pasado, apuntó con todo a nuestro futuro .
Américo Castro (1880-1972) fue uno de los primeros integrantes del Centro de Estudios Históricos, dirigido por Ramón Menéndez Pidal, y se formó en el ambiente de rigor intelectual y laicismo que provenía de la Institución Libre de Enseñanza. En 1925 publicó un libro fundamental, El pensamiento de Cervantes, primero que abordó los ingredientes intelectuales y las lecturas del escritor. Esto le había encaminado a un mejor conocimiento del erasmismo español y a la reconsideración de las creencias que, desde el siglo XIV al XIX, habían creado la excepción española en el marco de la cultura europea. El exilio de 1936 llevó a Castro a Estados Unidos donde escribió España en su historia (1948) x{0026} x02013;después titulado La realidad histórica de Españax{0026} x02013;, seguido por numerosos libros: Hacia Cervantes; Origen, ser y existir de los españoles; De la edad conflictiva o La Celestina como contienda literaria. Murió en España, donde residía desde 1969, sin eludir nunca una polémica intelectual ni ceder en una sola de sus convicciones.
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