Editorial Folio-Gallimard
Colección Folio Classique, Número 0
Fecha de edición abril 2002
Idioma francés
EAN 9782070423583
470 páginas
Libro
Le Ventre de Paris, ce sont les Halles, avec leur souffle colossal épais encore de l'indigestion de la veille , leurs montagnes de mangeailles, de viandes saignantes, de choses fondantes, de choses grasses , de gredins de légumes d'où monte le râle de tous les potagers de la banlieue . L'idée générale, écrit Zola, est le ventre, la bourgeoisie digérant, ruminant, la bête broyant le foin au râtelier, la bedaine pleine et heureuse se ballonnant au soleil. Aux Gras s'opposent les Maigres : Florent, un proscrit du 2 Décembre revenu à Paris, qui fomente uncomplot contre le régime et sera dénoncé par Lisa, sa belle-sueur, une charcutière au grand calme repu . Florent retourne en prison et c'est à son ami Claude Lantier, le futur héros de L'Oeuvre, que revient le mot de la fin : Quels gredins que les honnêtes gens !
Émile Zola nació en París en 1840. La muerte temprana de su padre lo llevó a vivir una infancia llena de privaciones y a dejar la escuela, donde conoció a su amigo, el pintor Paul Cézanne, para buscar trabajo. Su primer contacto con la literatura fue trabajando de dependiente en la librería Hachette; en 1871, ya trabajaba en Los Rougon-Macquart, un proyecto literario que concluiría en 1893 y comprendería veinte novelas entre las que cabe destacar El Tugurio (1877), Nana (1880) y Germinal (1885). La saga, que, inspirada en el modelo de La comedia humana, de Honoré de Balzac, y ambientada en el Segundo Imperio, está compuesta por novelas autoconclusivas con personajes compartidos, supuso el gran legado del movimiento literario del naturalismo, fundado por el mismo Zola. Su implicación en los problemas sociales de Francia no se limitó a sus novelas; tomó un papel activo en el caso Dreyfus en defensa de la inocencia de un militar francés de origen judío acusado falsamente de ser un espía. Lo hizo a través de diversos artículos, entre los cuales se encuentra su célebre Yo acuso (1898). Las consecuencias no se hicieron esperar y el Gobierno orquestó una campaña de difamación contra Zola, que se exilió a Londres y jamás se recuperó del impacto psicológico y económico de luchar contra el antisemitismo y de defender la justicia hasta las últimas consecuencias. Murió en 1902, supuestamente asfixiado, aunque probablemente asesinado por alguien que tapó la chimenea de una estufa. Su funeral en París fue multitudinario. Cuatro años después de su muerte, Alfred Dreyfus fue declarado inocente.
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