Editorial Arpa
Lugar de edición
Barcelona
Fecha de edición julio 2019 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788417623159
320 páginas
Libro
Dimensiones 140 mm x 213 mm
En 1802, cuando Napoleón Bonaparte constituyó su corte, nombró a Madame de Rémusat dama de compañía de la emperatriz Josefina.
Por su ingenio, inteligencia e instrucción, Claire de Rémusat pronto pasó a ser la conversadora predilecta de Napoleón, y lo mismo ocurrió con Madame Bonaparte, quien la consideró su amiga y confidente desde el primer momento.
Su posición privilegiada convirtió a Madame de Rémusat en un testigo único de los primeros años del siglo XIX en Francia.
Sus memorias, ricas tanto en juiciosas observaciones políticas como en revelaciones picantes sobre la extraña familia Bonaparte, son un retrato casi periodístico de la vida secreta de la corte de Napoleón y un auténtico tesoro de psicología y sentido del humor.
Fueron escritas después de la caída del emperador y comprenden el periodo de 1802 a 1808, cuando los planes españoles de Bonaparte propiciaron las primeras fricciones entre el emperador y Talleyrand.
Las guerras privadas del clan Bonaparte es una significativa selección anotada de los mejores pasajes de las memorias de Madame de Rémusat, inéditas en castellano hasta el momento.
Napoleón no llegó solo a Francia.
Lo hizo rodeado de un clan familiar hambriento y ambicioso de poder .
Stefan Zweig Madame de Rémusat fue la conversadora predilecta de Napoleón y Talleyrand .
Sainte-Beuve
Claire de Vergennes (1737-1824), casada con Monsieur de Rémusat, fue dama de palacio de la emperatriz Josefina desde 1802. Fue una mujer de gran inteligencia y gracia personal, y Talleyrand estuvo entre sus admiradores. No se pudo hacer justicia a su talento literario hasta que tras su muerte su nieto, Paul de Rémusat, publicó sus Mémoires, a las que siguió parte de la correspondencia con su hijo Charles de Rémusat. Las memorias de Claire, escritas después de la caída del emperador y cuando los Rémusat se habían instalado a su plena satisfacción en la Francia de Luis XVIII, rebosan de fina ironía y arrojan una luz impagable sobre la corte de Napoleón y las mezquinas querellas familiares entre los Bonaparte y los Beauharnais, una información difícil de hallar en otros textos.
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