Editorial Virus
Fecha de edición marzo 2011 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788492559220
116 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda
El anarquismo ha tenido y tiene poca presencia en el ámbito académico, a diferencia del marxismo. Esto se debe, en gran medida, a que el anarquismo ha estado siempre más interesado por la práctica que por grandes disquisiciones teóricas. No ha sido nunca la pretensión del anarquismo adelantar un modelo futuro a aplicar, pero sí ser fiel en los medios a los fines perseguidos, de ahí la indiscutible influencia de las ideas libertarias en las prácticas y modos de organización de los movimientos críticos con la globalización capitalista.
Al anarquismo siempre se le ha acusado de falta de solidez teórica; a lo que David Graeber responde: Más que una Gran Teoría, podríamos decir que lo que le falta al anarquismo es una Base Teórica: un mecanismo para confrontar los problemas reales e inmediatos que emergen de todo proyecto de transformación . Así que el propósito del presente ensayo no es otro que el de dar respuesta a la pregunta: ¿qué tipo de teoría social puede ser realmente de interés para quiénes intentamos crear un mundo en el cual la gente sea libre para administrar sus propios asuntos? .
La antropología ha tenido siempre una cierta afinidad con el anarquismo con el que tuvo lazos más o menos estrechos a principios del siglo XX , puesto que los antropólogos son el único grupo de científicos sociales que conocen las sociedades sin Estado que existen en la actualidad; muchos han vivido en zonas del mundo donde los Estados han dejado de funcionar o al menos han desaparecido temporalmente y donde la gente se organiza de forma autónoma . La antropología dispone de unas herramientas y de un saber que puede resultar de gran valor para asentar las bases de un proyecto de transformación social cada día más urgente.
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