Editorial Península
Colección Atalaya, Número 0
Lugar de edición
Barcelona, España
Fecha de edición septiembre 2016 · Edición nº 1
Idioma español
EAN 9788499425375
240 páginas
Libro
encuadernado en tapa blanda con solapas
Dimensiones 150 mm x 230 mm
En el año 2012 se desencadenó en España una crisis sin precedentes. El origen fue una burbuja inmobiliaria y de crédito que se agravó con decisiones políticas erróneas y un entorno internacional convulso. Las tres crisis, financiera, fiscal y económica, se desataron al mismo tiempo. Nunca antes la economía española había quedado tan aprisionada ni había sufrido una recesión tan larga y profunda. En ese clima de desconfianza -nadie prestaba a nadie, nadie se fiaba de nadie- todo empujaba a que España pidiera el rescate a los socios europeos.
Esa decisión habría supuesto la pérdida de autonomía en la política económica y que nuestra autoestima como país se viera profundamente dañada. El Gobierno se puso manos a la obra para evitarlo. Un propósito que no ahorró reuniones con los socios internacionales, presiones internas y momentos críticos en los que el proyecto del euro se vio seriamente amenazado.
De todo ello fue testigo de primera fila el ministro de Economía Luis de Guindos:las primeras medidas para cortar la sangría del déficit, la defensa de las reformas ante los socios europeos y los inversores internacionales, la crisis de Bankia y sus derivadas, el programa de asistencia financiera y la intensa reestructuración del sector llevada a cabo... Una sucesión de acontecimientos trepidante de la que De Guindos da cuenta en este libro, relato no solo de lo que se hizo sino sobre todo del cómo se hizo y del porqué.
Luis de Guindos es economista y ministro de Economía y Competitividad. Pertenece al Cuerpo Superior de TécnicosComerciales y Economistas del Estado y ocupó distintos cargos durante los dos gobiernos de Aznar (1996-2004). Ha trabajado en compañías de servicios financieros como miembro del Consejo Asesor de Lehman Brothersa nivel europeo y director en España y Portugal hasta su quiebra en 2008.
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