Delirios y quebrantos

Resumen del libro

Viaje poético por el inframundo de la noche oscura del alma. Delirios y Quebrantos es una epopeya espiritual, una oscura y bella parábola poética sobre los delirios del amor y el olvido, sobre los quebrantos del recuerdo y la pérdida. Delirios y Quebrantos se ha construído sólidamente en la (in)consciencia a través de recursos alegóricos, desgarradores y profundos e imágenes de potencia cinematográfica con un estilo cercano a la ensoñación. Esta inmersión en la oscuridad del ser viaja del mero pesimismo y su dolor inherente, a una verdad penetrante que busca deshojar a la existencia de sus falsas esperanzas.
Entre el horror y la fantasía del (des)amor, su escritura no es un acto de nihilismo, sino de valentía espontánea e instintiva ante un mundo dislocado falto de ideales.
Delirantes poemas que reflejan lo más oscuro de la carencia. Cada palabra busca expresar lo inexpresable para encontrar sentido al sufrimiento y abrazar lo bellamente trágico de la vida.

Biografía del autor

Ángel Jaquem (Tánger, 1987). Escritor precoz, con ocho años regalaba poemas cortos a sus compañeras de pupitre sin saber muy bien qué fuerza intangible le llevaba a hacerlo. Pasó su infancia leyendo y a los doce años ya disfrutaba de los clásicos rusos, con una especial predilección por Nikolái Gógol y Fiódor Dostoyevski. Tras el colegio floreció su amor por el séptimo arte. Ha dirigido cinco cortometrajes, los cuales han sido ampliamente premiados en el extranjero. Hoy día trabaja en series nacionales como script supervisor y director. Como escritor ha publicado los relatos Maquíllate y Hoja marchita en la revista La Gran Belleza. También es gestor cultural y ha organizado festivales de cine en Madrid y México DF o eventos como Jazzbandismo (mezcla de jazz y poesía) y Librófagos Anónimos (club de lectura para dar a conocer editoriales independientes y escritores desconocidos). Delirios y quebrantos es su primer poemario publicado. Su estilo alegórico y suntuoso recuerda a Luis Cernuda o Gabrielle Wittkop.